El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó ayer el despliegue de tropas francesas en la República Centroafricana (RCA) para restablecer la seguridad en este país junto a una fuerza panafricana (Misca). El mandato fue otorgado ante el recrudecimiento de la violencia protagonizada por diversas facciones armadas en Bangui, la capital del país, donde rige el toque de queda. El Gobierno británico, por su lado, ha anunciado que el Reino Unido dará apoyo logístico a la operación militar.
A partir de ahora, Francia, antigua potencia colonial, duplicará su contingente en la RCA, que pasará a estar formado por 1.200 soldados, encargados sobre todo de asegurar el aeropuerto de Bangui y las principales rutas de ayuda humanitaria. Un grupo de 250 se desplegó ayer mismo por la capital. El objetivo de la misión es «salvar vidas humanas», dijo ayer en un comunicado el presidente francés, François Hollande.
El texto de la ONU, aprobado por unanimidad por los 15 miembros del Consejo de Seguridad, autoriza a los soldados franceses a «tomar todas las medidas necesarias para que la Misca pueda llevar a cabo su mandato». La Misca podrá desplegarse en el país «por un periodo de 12 meses» – cláusula a revisar en seis meses– con la misión de «proteger a los civiles, establecer el orden y la seguridad, estabilizar el país» y facilitar la llegada de ayuda humanitaria.
Bangui, sumida en el caos y la anarquía, amaneció ayer con el descubrimiento de cerca de 80 cadáveres, que aparecieron en una mezquita y tirados en las calles tras las acciones violentas de la madrugada. En la mezquita, situada en el centro de la ciudad, había alineados 54 cadáveres, todos ellos con heridas de arma blanca y de bala. La oenegé Médicos sin Fronteras (MSF), por su parte, contabilizó al menos 50 civiles muertos y cerca de un centenar de heridos en los choques registrados entre las fuerzas de seguridad y las milicias partidarias del expresidente François Bozizé.
REBELDES MUSULMANES. La crisis de la RCA comenzó cuando, el pasado 24 de marzo, la capital fue tomada por los rebeldes de Séléka, que asumieron el poder tras la huida de Bozizé, refugiado en Camerún. Esta coalición, compuesta por cuatro grupos rebeldes, se alzó en armas en el norte del país en diciembre del 2012, al considerar que Bozizé no había respetado unos acuerdos de paz firmados en el 2007. Los rebeldes, de mayoría musulmana, tienen enfrente una población esencialmente católica, por lo que hay riesgo de que el conflicto se transforme en una confrontación religiosa. En las últimas semanas se han registrado enfrentamientos entre partidarios de Séléka y milicias cristianas de autodefensa conocidas como los Anti-Bakala (antimachete, en sango, la lengua nacional), que han atacado a civiles musulmanes, minoritarios en la RCA.
Fuente: (http://www.elperiodico.com)
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