A pesar de la polémica instalada sobre los extranjeros que "vienen" a delinquir al país, un informe hecho por la Procuración Penitenciaria de la Nación marca que la población penitenciaria foránea se mantuvo entre un 5 y 6%.
A pesar de la polémica instalada por la "participación" de ciudadanos extranjeros en la comisión de ilícitos y su posterior consecuencia en las causas judiciales abiertas en contra de los que "vienen" a delinquir a la Argentina, la cantidad de presos que son nacidos en otros países en las cárceles federales casi no se ha visto modificada y se ha acentuado la tendencia, en relación a verse involucradas en cuestiones vinculadas con el narcotráfico, por sobre homicidios o robos.
Así se desprende del informe "Prisión e Inmigración. Población extranjera detenida en cárceles federales", elaborado por la Procuración Penitenciaria de la Nación, en base a datos cuantitativos de estadísticas del Servicio Penitenciario Federal y otros aspectos surgidos de una encuesta que se realizó a 175 internos de distintas nacionalidades, en su mayoría de países de Sudamérica.
En principio, en un cuadro comparativo que abarca a la década que fue del 2002 al 2012, demuestra que la cantidad de la población penitenciaria extranjera se mantuvo entre un 5 y 6 por ciento en números absolutos para todas las unidades del país. Además, surge que el 54 por ciento de ellos se encuentra procesado o cumpliendo condenas por Infracción a la Ley de Drogas o derivados (en el caso de las mujeres, el número asciende al 96 por ciento, casi el total) y le sigue en importancia, el 17 por ciento que lo está por delitos contra la propiedad.
En el marco de las encuestas realizadas, el 55 por ciento de los extranjeros contestó que "no vivía en la Argentina" al momento de la detención, mientras que un 45 por ciento sí vivía ya en nuestro país, a los que se denomina como "migrantes". Al respecto, se destaca que la gran mayoría de los "migrantes" llevaban varios años viviendo acá, tienen su núcleo familiar (cónyuge e hijos, en general, de nacionalidad argentina) y la mitad de ellos tenían residencia legal al momento de ser detenidos.
Como contrapartida, la inmensa mayoría de los extranjeros que no vivían en la Argentina previo a su detención, carecen de documentos. Y tomando en cuenta al conjunto de los presos foráneos alojados en cárceles federales (sean migrantes y extranjeros no residentes), el 27 por ciento, contestó tener residencia legal en nuestro país.
De todos los entrevistados, el 65 por ciento dijo que quería ser expulsado al cumplir la mitad de la condena, en aplicación del actual artículo 64 de la Ley de Migraciones. En cambio, en el caso de los migrantes se reduce al 41 por ciento, mientras que entre los extranjeros no residentes alcanza al 89 por ciento. "Ello se comprende si tomamos en cuenta que la experiencia del encarcelamiento en el caso de los migrantes no difiere tanto respecto de los argentinos. En cambio, para los extranjeros no residentes implica un sufrimiento adicional al encontrarse lejos de sus familias, carecer de visitas y, en el caso de los no castellanoparlantes, tener graves dificultades para comunicarse", concluye el informe de la Procuración Penitenciaria de la Nación.
FUENTE: ( http://www.diariopopular.com.ar)
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