Florencia Kirchner ingresó en la Clínica Favaloro este domingo a la tarde para atenderse por un “problema ginecológico menor”, según fuentes de ese nosocomio.
La hija de la Presidenta argentina fue alojada en el octavo piso y atendida por los médicos de la flamante área ginecológica de la clínica. Pero como suele suceder con todos los temas vinculados a la salud de la familia Kirchner, no se brindó información oficial alguna. Ese silencio informativo choca con el despliegue de recursos oficiales: 4 autos con custodia y policías federales estuvieron en el frente de la clínica.
Florencia Kirchner había ingresado el domingo a las 16. Los autos de la custodia se retiraron a la vista de los móviles televisivos que transmitían en vivo desde el barrio porteño de Balvanera, a las 8:50 de la mañana de este lunes. Pero el alta definitiva de la Favaloro fue dada a las 9:45 horas. En síntesis, los custodios partieron casi una hora antes de que le den el alta, para que se dispersara la guardia periodística.
¿A qué se debe tanto misterio? A ese ocultamiento se suma la falta de precisión sobre si la Presidenta pasó la noche en la clínica. Vecinos del barrio de Olivos vieron salir al helicóptero de la Quinta Presidencial alrededor de las 20:30 horas, algo que permitiría inferir que la jefa de Estado fue a acompañar durante la noche a su hija.
Los misterios sobre la salud de los Kirchner no aporta nada positivo sino solo confusión, desde que el flamante presidente Néstor Carlos Kirchner ordenó el montaje de una habitación para su atención en el Hospital Argerich; pero el paso por la atención médica en lugares públicos fue solo un hecho propagandístico, alejado de la realidad.
La decisión de que Florencia Kirchner se atendiera este fin de semana en la Clínica Favaloro obedece a que su flamante servicio de Ginecología está integrado por profesionales reconocidos en su especialidad. Ese área funciona allí desde marzo y está a cargo de los doctores David Fusaro y Felipe Jofre, jefe y subjefe del sector. Estos médicos son dos referentes en el área, razón por Cristina eligió esa clínica, aconsejada por los médicos de la Unidad Médica Presidencial.
Nada malo tiene que la familia presidencial se atienda con los mejores; todo lo contrario. Lo inconveniente es jugar al misterio, no brindar información y, además, organizando acciones distractivas para los móviles televisivos.
FUENTE: ( http://www.clarin.com/)
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