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jueves, 23 de mayo de 2013

Lavado de dinero: transacciones sospechosas en el Vaticano



Seis actividades financieras sospechosas fueron localizadas en 2012 por la Autoridad de Información Financiera (AIF), organismo creado en 2010 para vigilar la transparencia financiera de la Santa Sede, y dos fueron enviadas al fiscal del Vaticano para que las investigue a fondo.

Así lo señaló hoy el director general del AIF, el suizo René Bruelhart, que presentó el informe anual 2012 del organismo, según informó la agencia EFE.

La AIF es un organismo creado por el papa emérito Benedicto XVI en diciembre de 2010, para controlar la aplicación de una ley para luchar contra el lavado de dinero en las instituciones financieras del Vaticano, que entró en vigor en abril de 2011.

"Teniendo en cuenta la naturaleza, las reducidas dimensiones y la peculiaridad del sistema económico financiero del Estado de la Ciudad del Vaticano, los datos muestran un efectivo sistema de señalizaciones de las actividades sospechosas", explicó Bruelhart,  experto en la lucha contra el blanqueo de capitales.

El funcionario destacó que en 2011 se registro una actividad sospechosa señalizada, lo que supone un reforzamiento del sistema de vigilancia, y que mientras que en ese año no se envió a la fiscalía del Vaticano ningún informe, en 2012 fueron dos.

El director de la AIF insistió en que el Vaticano es un "aliado creíble" en la lucha internacional contra el lavado de dinero, "ya que los sistemas de vigilancia interna funcionan".

En ese sentido, agregó que durante el pasado año pidieron información sobre movimiento de capital a un país extranjero y recibieron tres peticiones de autoridades extranjeras, frente a las siete de un año antes, lo que significa que los mecanismos internos vaticanos funcionan.

La normativa vaticana establece que hay que declarar tanto las salidas como entradas de dinero igual o superior a 10.000 euros.

El titular de la AIF señaló que la crisis actual, y la vulnerabilidad de los sistemas económicos y financieros, pueden prestarse a abusos y a la actividad criminal de personas o de organizaciones que pueden infiltrarse en las dinámicas de las economías locales, nacionales y mundial.

De ahí que la Santa Sede y la ciudad del Vaticano hayan intensificado su compromiso en la prevención y lucha contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo.


Fuente: (http://www.diariopopular.com.ar)

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