PARÍS.- Un drama fuera de lo común se produjo ayer en Suecia, país reputado por su seguridad, cuando un individuo enmascarado como un personaje de Star Wars y armado con un sable dio muerte a dos personas e hirió a otras dos, antes de ser abatido por la policía.
El ataque se produjo por la mañana en una escuela de Trollhattan, ciudad industrial a una hora de Gotemburgo, en el sur del país.
Con la cara cubierta por una máscara que pretendía imitar a Darth Vader, el mítico villano de Star Wars, el agresor irrumpió en el establecimiento, de 400 alumnos, en su mayoría inmigrantes, y con su arma blanca atacó a varias personas, tanto jóvenes como adultos.
Poco después se produjo la intervención de la policía, que consiguió neutralizarlo mediante el uso de armas de fuego. El hospital regional confirmó que, "herido, el agresor fue operado y falleció poco después".
Los investigadores parecían anoche haber identificado al autor del sangriento ataque y allanaron su domicilio, donde descubrieron información "interesante". Según la prensa sueca, se llamaba Anton Petterson y era un partidario de los movimientos de extrema derecha radical, hostiles al islam y a la inmigración. Aparentemente estaba fascinado por las películas de guerra y las novelas de Stephen King. Tenía 21 años y no tenía vínculos con la escuela que atacó.
En su cuenta de YouTube había publicado películas sobre Hitler y el nazismo, según las mismas fuentes. En el perfil de Facebook escribió un llamado al Partido Demócratas de Suecia -formación política nacionalista y xenófoba- para proponer celebrar un referéndum sobre la inmigración. Por su parte, la policía sueca admitió anoche que "analizaba un eventual móvil político".
Algunos testigos describieron escenas de pánico y de terror cuando el individuo asestó los primeros golpes de sable. Varios alumnos escaparon, mientras que otros intentaron atrincherarse en las aulas. Todos parecen haber creído al principio que se trataba de una broma. Tanto que algunos estudiantes se acercaron a fotografiarse junto al enmascarado.
"Cuando lo vimos, pensamos en una broma. Vestía ropa negra y tenía un sable enorme. Todos queríamos tocar el arma y hacer selfies con él", relató uno de los sobrevivientes. Otros pensaron que anticipaba Halloween.
Situada en un barrio popular, la escuela Kronan -conocida por recibir estudiantes en dificultad- recibe alumnos de 6 a 15 años. Un informe de la inspección general de la educación nacional sueca señaló recientemente la insuficiencia de las medidas de seguridad frente a posibles amenazas exteriores y sus malas condiciones de enseñanza.
Tras una reunión de urgencia organizada en el establecimiento, los profesores pidieron que se refuerce el control para el acceso. Los sindicatos, en particular, señalan que el problema de la seguridad es común a todo el país y que cualquier persona puede acceder a los edificios.
"No queremos llegar a ser como Estados Unidos, con detectores de metales y guardias, pero tenemos que discutir cómo cambiar esta situación", explicó Bo Jansson, dirigente sindical docente.
Desde Estocolmo, el rey Gustavo destacó que el país está en un estado de "shock". El primer ministro, Stefan Lofven, que visitó por la tarde el lugar del ataque, habló de un "día negro" para Suecia, país no acostumbrado a este tipo de incidentes.
Se trata en efecto de un drama rarísimo en Suecia, donde el último ataque de este tipo se remonta a 1961, cuando seis jóvenes resultaron heridos y uno murió al ser baleados en un liceo profesional. En 2004, fue desbaratado otro proyecto de ataque contra una escuela de Malmö.
Anoche, los analistas suecos señalaban la similitud del ataque de Trollhattan con la masacre en un cine en Colorado, Estados Unidos, en 2012, durante el estreno de una película de Batman, cuando un joven de 24 años mató a 12 personas vestido como el villano del film.
Este episodio hizo pensar también en el dramático antecedente del feroz ataque de un desequilibrado de extrema derecha en la isla noruega de Utoya en julio de 2011. Anders Behring Breivik, de 32 años, ex miembro del Partido del Progreso (FrP), de derecha populista, primero colocó una bomba en el centro de Oslo, que provocó ocho muertos, y luego asesinó a unos 69 jóvenes que participaban en un campamento organizado por el Partido Laborista. Ambos atentados dejaron 151 heridos.
Desde que comenzó la crisis de la inmigración en Europa, uno de cada cuatro suecos se declara dispuesto a votar por la extrema derecha.
FUENTE: (http://www.lanacion.com.ar/)
No hay comentarios:
Publicar un comentario