GUAYAQUIL.- Una semana después del terremoto que sacudió Ecuador, las réplicas continúan. La gestión del presidente Rafael Correa está puesta en duda por la oposición y el sector privado. Estos cuestionan que el gobierno haya gastado los ahorros del país en los últimos años y dudan de si los fondos recaudados para la reconstrucción irán finalmente al déficit fiscal.
El presidente anunció una suba del IVA del 12 al 14% y la donación de parte del salario por los trabajadores para crear un fondo de ayuda de hasta 1027 millones de dólares.
Las réplicas del terremoto, de hasta 6,2 grados en la escala de Richter, no dejan conciliar el sueño en Ecuador. Los afectados que perdieron sus casas en la costa norte del país y los habitantes de las ciudades alejadas del epicentro, como Guayaquil o Quito, se levantan sobresaltados por la noche ante el mínimo temblor.
En la madrugada del jueves al viernes hubo cinco réplicas seguidas y ayer amaneció con otra más fuerte. En la conciencia colectiva, están aún muy presentes los 646 muertos, 12.492 heridos y los 26.091 desplazados, luego de la sacudida de 7,8 grados de hace ocho días.
La propuesta para recolección de fondos hecha por Correa ha puesto el foco en la gestión económica previa. Tanto la oposición como los representantes de los principales sectores productivos del país -comercio, industria, construcción, pesca y cacao- lamentan que el Ejecutivo haya gastado los fondos de contingencia y los ahorros que tenía el país y que ahora tenga que recurrir a estas medidas.
"Vemos bien el descuento a los salarios porque apunta a crear un fondo para los afectados, pero cuestionamos el fondo en sí. Demuestra la falta de previsibilidad del gobierno a la hora de tener reservas de contingencia", comenta Andrés Briones, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios.
Nadie duda de la buena voluntad y la solidaridad con los que perdieron todo. Pero lo que se cuestiona es que una suba del IVA pueda ayudar. "Subir los impuestos no es la solución. El país ya está caro", añade Iván Ontaneda, presidente de la Asociación de Exportadores de Cacao.
El gobierno estima recaudar 746 millones de dólares solo con el impuesto al consumo, pero los empresarios creen que "las expectativas de recaudación están sobreestimadas", según Enrique Pita, presidente de la Cámara de la Construcción. Y que, como efecto indirecto, la economía terminará más deprimida.
La otra duda que ronda las cabezas del sector privado y de los políticos opuestos al gobierno es si las provincias más afectadas -Manabí y Esmeraldas- serán excluidas de la medida. El gobierno aclaró, en parte, este asunto. El descuento en los salarios de los trabajadores -con el que se recaudarán alrededor de 100 millones de dólares- las excluye, pero la suba del IVA se aplicará en todo el país. Lo que podrán hacer las regiones devastadas es acceder a la devolución simplificada de ese 2% de suba. Además, se concederán prórrogas para el pago del impuesto a la renta y en las declaraciones y retenciones del IVA. Según los cálculos oficiales, estas consideraciones beneficiarán a 70.000 personas.
A las dudas sobre la idoneidad del paquete de medidas se añade la desconfianza en la gestión del gobierno. "¿Cómo nos aseguramos los ecuatorianos que esos fondos van al terremoto y no al déficit fiscal?", se pregunta Bruno Leone, presidente de la Cámara Nacional de Pesquería. La respuesta la tiene el principal líder de la oposición, Guillermo Lasso (CREO): crear un fideicomiso que tendrá como "único propósito financiar la reconstrucción de obras públicas". El ministro coordinador de la política económica, Patricio Rivera, ya ha dicho que no se depositará en una cuenta diferente, pero que hay mecanismos de control..
FUENTE: (http://www.lanacion.com.ar/)
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