Atenas.- Grecia encara de manera intrépida sus tensas negociaciones con acreedores europeos, y el nuevo primer ministro expresó este lunes confianza en que se puede llegar a un compromiso en los próximos días en reuniones de alto riesgo.
Los comentarios de Alexis Tsipras ocurrieron en momentos en que las acciones bursátiles y bonos griegos se desplomaban después que el gobierno encabezado por la izquierda radical renovó una promesa de buscar condonaciones en la deuda y calificó el paquete de rescate del país -con sus condiciones de austeridad estricta- como "una fantasía tóxica", destacó AP.
"No creo que exista una razón seria para que no haya un acuerdo... con nuestros socios; sólo razones políticas", dijo Tsipras después de una reunión en Viena con el canciller austriaco Werner Faymann.
"Si somos llevados a un impasse debido a tales razones políticas, entonces pienso que sería una decisión para torpedear nuestro futuro común europeo", agregó Tsipras. "Y yo creo que nadie abriga tales intenciones", destacó.
El partido de Tsipras ganó las elecciones del 25 de enero prometiendo alivio para los griegos, que han sufrido seis años de recesión y una disminución marcada en los estándares de vida. Su gobierno está bajo intensa presión para lograr un acuerdo con los acreedores del rescate financiero en las próximas semanas o días, lo cual desbloquearía fondos y aseguraría financiamiento barato a los bancos griegos, cinco de los cuales sufrieron el lunes una degradación de calificación crediticia por parte de la agencia Moody's.
En la primera semana del partido Syriza en el poder, Grecia ha sufrido una degradación de calificación crediticia y una decisión por parte del Banco Central Europeo de no aceptar sus bonos como garantía para crédito a acreedores griegos. Una tanda de visitas a socios europeos cruciales le otorgó al gobierno de Tsipras poco más que expresiones de condolencia.
Grecia enfrenta un interrogatorio el miércoles en una reunión de emergencia de ministros de Finanzas de la zona del euro en Bruselas, regresando los temores de un caótico retiro del uso de la divisa.
La canciller alemana Angela Merkel dijo el lunes que Berlín quiere que Grecia se mantenga en la Eurozona, pero que cualquier acuerdo debe basarse en los compromisos existentes del paquete de rescate financiero.
El Gobierno de Tsipras, que expulsó del poder a unos conservadores menos opuestos a las condiciones de los créditos internacionales, argumenta que la deuda de 320.000 millones de euros (360.000 millones de dólares) de Grecia será cada vez más insostenible a menos que reciba un alivio generoso en los pagos de amortización que permita a su maltratada economía recuperarse.
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