Sin la temperatura esperada, que se daría recién este fin de semana, muchos optaron por alternativas para disfrutar lejos de la playa mientras esperan que “vuelva el verano”.
Los planes de las familias que programaron sus vacaciones en la costa para esta parte de la segunda quincena de enero sufrieron un sacudón improvisto que llegó de la mano del viento frío y un termómetro remolón.
Apenas un poco más de 20 grados totalmente fuera de sintonía con la época del año, algo que fue compensado por la presencia de un sol generoso que permitió, durante parte de la mañana y algo de la tarde, Si bien el sol se asomó con luminosidad durante algunos pasajes, de la tarde, acompañar a los que no renunciaron a su día de playa.
Intensificar el ingenio
La máxima apenas llegó a los 21 grados, lo que obligó a algunas familias a intensificar el ingenio en busca de nuevas actividades recreativas. 'Ayer fuimos a andar en bicicleta -cuenta Cecilia- hoy iremos al acuario y también tenemos planeado visitar el museo del mar. Los chicos no se pueden quedar quietos, hay que recurrir a la imaginación' y, claro, un día con poca playa es más caro para la billetera familiar.
El aire frío volvió a tener protagonismo en la playa y a exigió a los visitantes a recurrir a la indumentaria que uno siempre suma en el equipaje 'por las dudas que algún día refresque', algo que en este 2015 ya ocurrió varias veces
Fueron muy pocos los valientes que se animaron a sacar pecho e incursionar entre las olas del mar, aunque fue más numeroso el número de los que resolvieron disfrutar del sol, en lugares reparados.
La mayoría eligió recorrer las calles de la ciudad, la peatonal y la tradicional rambla marplatense, donde tuvieron su gran premiere los espectáculos callejeros que congregaron a una gran cantidad de espectadores: cantantes, bailarines de tangos y payasos, fueron los números más atractivos de la jornada de ayer en la que los padres también debieron echar mano a refuerzos económicos para que los más chicos disfrutaran de los videos juegos o de los paseos en los trencitos y barquitos que recorrer la ciudad con los personajes m s queridos de la platea infantil. Para ellas, el clima antiplaya también tiene su lado positivo porque ofrece la excusa perfecta para iniciar el tour de compras (o al menos el estudio de las coordenadas) con el recorrido obligado por la avenida Juan B. Justo o por la cada vez m s coqueta calle Güemes.
Los más tradicionalistas optaron por los locales del centro, donde la oferta de churros se hizo presente en el inicio mismo de las vacaciones. 'Si arrancamos así se nos va a complicar -contó Erica- porque entre los jueguitos, la calesita, el Tren de la Alegría y todas las cosas que hay que hacer para suplantar la playa, el presupuesto se ve afectado...' una circunstancia que se repite con cada grupo familiar.
FUENTE: (http://www.diariopopular.com.ar)
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