Más allá de la suba, las operaciones se mantuvieron escasas en el mercado. Asimismo, los operadores están reticentes a comprar y vender por los controles lanzados desde el Gobierno para desalentar los negocios cambiarios.
El Banco Central buscó contener eventuales subas en el mercado mayorista del dólar tras el pago del Bonar VII, pues las reservas cayeron u$s1.300 millones. El dólar interbancario o mayorista concluyó con una mínima alza, a 5,7275 pesos. Los activos líquidos de la entidad perdieron un 33% desde el récord de u$s52.654 millones de 2011, y con los actuales u$s35.232 millones tocaron su mínimo en seis años.
El 2013 se consolida como el año de pérdida más cuantiosa de reservas desde la salida de la convertibilidad, por encima de los 8.000 millones de dólares. A tres meses y medio de que concluya el año, más que duplica el drenaje de divisas que se registró durante todo 2012, de 3.086 millones de dólares.
El cepo cambiario ahora instaló el "dólar azafata", por el que el personal aeronáutico aprovecha los viajes a Europa para hacerse de billetes en casas de cambio del exterior, según publica El Cronista. De esta forma, logran un costo más bajo que en el mercado informal.
Los negocios llamados "contado con liquidación", por los que se consiguen dólares sorteando restricciones cambiarias mediante compras locales de activos para su posterior venta, mostraban un valor en torno a los $9,25 por dólar.
Fuente: (http://www.infobae.com)
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