Instagram, la red social para subir fotografías retocadas, tiene más de 300 millones de usuarios mensuales que comparten más de 70 millones de fotos y videos cada día. El principal problema, sin embargo, es que su uso es exclusivo para smartphones; no se pueden subir instantáneas desde un PC o un Mac.
Este inconveniente tuvo solución durante algunos días. Caleb Benn, un estudiante de 17 años, de un instituto de Los Ángeles, decidió desarrollar Uploader para Instagram, una aplicación que permitió usar la red social en su pleno rendimiento desde el ordenador, permitiendo así subir aquellas imágenes guardadas en el disco duro sin necesidad de enviarlas antes a un teléfono.
El chico creó la aplicación y la insertó en la app store de Apple a un precio de descarga de 4,99 dólares. En solo un mes, Benn ganó cerca de 6.000 dólares, que, según dijo, lo destinaría para financiar parte de sus estudios de informática en la Universidad de Berkeley.
No obstante, el problema surgió cuando Facebook, empresa propietaria de Instagram, decidió demandar al joven. Sus abogados se pusieron en contacto con él, ya que Benn, en realidad, había conseguido acceder a la API hackeando la red social y violando los términos de uso.
Benn acabó retirando la app para Mac para evitar mayores problemas. "Fue una decisión difícil, pero no podía arriesgarme a entrar en la lista negra de Facebook e Instagram y a no poder usar nada suyo", declaró el joven. "O incluso a llegar a juicio", reflexionó después ante la posibilidad de enfrentarse a un litigio contra una empresa de más de 35.000 millones de dólares.
FUENTE: ( http://www.ecuavisa.com/)
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