Río de Janeiro — Una marcha en apoyo a los maestros en huelga de Río de Janeiro, que reunió a más de 10.000 personas, terminó el lunes por la noche con enfrentamientos entre la policía y anarquistas enmascarados, que dañaron edificios del centro de la ciudad brasileña.
La manifestación comenzó en la tarde y la presencia de la policía fue discreta. Pero, entrada la noche, cuando los manifestantes llegaron al Concejo Municipal, se registraron los primeros focos de violencia.
Un autobús fue incendiado en el medio de una transitada calle, se atacaron kioscos y se destruyeron los vidrios de varias agencias bancarias, de las que incluso se extrajeron sillones para usarlos como barricadas.
El batallón de choque de la policía dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos. Las calles del centro de Río parecían haber sido escenario de una batalla, entre los edificios dañados, la basura quemada y el gas de las bombas.
En Sao Paulo, una manifestación en apoyo a las acciones en Río terminó también en enfrentamientos. Siete personas quedaron heridas, entre ellos cuatro policías, informó el diario O Estado de Sao Paulo.
El detonante
Los manifestantes asaltaron y voltearon una patrulla sobre la calle, quemaron basura y destruyeron igualmente agencias bancarias y tiendas.
Unos 200 enmascarados del grupo anarquista 'Black Blocs' -en principio fueron unos 50 los que acompañaron la marcha de maestros- trataron de invadir el edificio del Concejo Municipal de Rio de Janeiro, lanzando bombas improvisadas contra la fachada y quemando basura en la calle.
No habían policías reforzando la vigilancia del edificio público y al momento de la agresión sólo habían 20 guardias municipales, que no portan armas. La policía, que después pidió apoyo al batallón de choque, respondió con gases lacrimógenos.
"Sin policía no hay violencia, cuando están siempre hay", dijo antes de los enfrentamientos a la AFP Hugo Cryois, un 'Black Bloc' de 23 años con el rostro cubierto con un trapo negro, una máscara de gas colgando del cuello y un escudo de plástico con una 'A' anarquista blanca. "Vine preparado, no se puede confiar", lanzó.
Once personas fueron arrestadas, una de ellas menor de edad, pero quedaron en libertad poco después por falta de pruebas para levantar cargos, según el sitio G1 de Globo.
El conductor del autobús incendiado hacía su último viaje y estaba solo en el vehículo. Los enmascarados lo mandaron a bajar antes de prenderle fuego.
La manifestación había sido convocada a través de las redes sociales para apoyar una huelga de maestros de escuelas públicas, que comenzó hace más de dos meses en reclamo de mejoras salariales y plan de carrera.
Según el sindicato de maestros, asistieron 50.000 personas a la protesta, aunque la policía informó que fueron 10.000.
La marcha se realizó bajo la consigna "¡Fuera Cabral y Eduardo Paes!" (NDLR: Sergio Cabral es el gobernador del estado de Rio y Paes el alcalde de la ciudad) hasta el Concejo Municipal en la plaza Cinelandia.
Frente al ayuntamiento, un grupo de indígenas encendió una fogata, mientras grafiteros escribieron en la fachada en letras rojas: "+ libros y - bombas" lacrimógenas, en referencia a la dispersión de otras manifestaciones por la Policía.
La huelga de maestros de las escuelas de primaria, administradas por el municipio, comenzó hace 53 días en rechazo a un plan de carrera y de salarios, que según el sindicato beneficia sólo a 7% de sus afiliados, que trabajan 40 horas a la semana en la misma escuela. En la actualidad, un profesor gana 25 reales (11,3 dólares) la hora.
A las escuelas públicas van los niños de los sectores más pobres de la población y los sueldos de los profesores son muy bajos, denuncian los sindicatos. Los estudiantes de las clases sociales más altas asisten generalmente a colegios privados.
Fuente: (http://www.google.com)
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