Barcelona perdió 2-1 ante el Ajax en un partido en el que le manejaron la pelota y lo dominaron. Si bien el equipo de Martino quedó primero en el grupo H de la Champions, dejó escapar un invicto de 20 encuentros desde el inicio de la temporada.
Le ganó a la Barsa. El Ajax se puso la camiseta azul y roja del Barcelona. El Barcelona quedó desnudó. Esta vez fue el puching ball que mira como la pelota va y viene, que no la puede recuperar, que se marea ante el juego total del rival. El equipo de Martino perdió por primera vez en la temporada. Se le escapó una racha de 20 partidos sin perder justo en la noche en que podía romper el récord invicto de Guardiola. El 1-2 -goles de Serero, Hoesen y Xavi de penal- lo sigue dejando como líder del grupo H de la Champions, pero no le permitió asegurarse el primer puesto en la visita a Amsterdam.
El resultado se explica por la diferencia en el juego del primer tiempo. El Ajax jugó en el umbral de su ideal. Frank de Boer se habrá imaginado el partido perfecto de su equipo. Pero se quedó corto. Todo le salió mejor de lo esperado. No dejó pensar a Barcelona, presionó en campo contrario, manejó el pulso del juego y se quedó con la pelota. Como para hacer un manual de la manera en que hay que enfrentar al mejor equipo del mundo.
Barcelona sin la pelota no es el Barcelona. Sin Messi, tampoco. Sin Valdés, ni Dani Alves, ni Sergio Busquets, ni Jordi Alba, ni Alexis, mucho menos. No es excusa: pero Martino jugó prácticamente con un equipo manco al que le faltaron sus dos laterales y varios de sus órganos vitales del ataque. Por eso se entiende que desde el vamos el Barsa se haya sentido incómodo, molesto, sin respuestas.
A los 10 minutos del primer tiempo, Fischer tuvo la primera de la noche holandesa. Fue un remate bajo que pudo frenar Pinto. Ajax sorprendía por las bandas con Boilesen -un Dani Alves por la izquierda-, ganaba en el medio con el zurdo Blind y gritaba a partir del gol de Serero.
El 1-0 no lo detuvo. Al contrario, Ajax se dio cuenta del desconcierto del Barsa y fue por más. Hoesen era una pesadilla para Mascherano, y tras una mala salida del Jefecito llegó el 2-0. Daba la sensación de que Barcelona ya estaba entregado.
Sin embargo, en el arranque de la segunda parte Vieltman se equivocó por triplicado: perdió la pelota en la puerta del área, le hizo penal a Neymar y vio la roja. Xavi descontó y le dio un poco de oxígeno al Barsa. A partir de ahí cambió el sentido del partido. El Ajax se desordenó y Barcelona trató de salir adelante a puro orgullo y pique de Neymar. No le alcanzó.
Martino recibió críticas aun cuando su equipo era una máquina de ganar. La que se le vendrá ahora al Tata, quien semana a semana debe rendir pruebas de excelencia con una camiseta que no admite tener noches como la de esta noche en Holanda.
Fuente: (http://www.ole.com.ar)
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