La presidenta anticipó que a partir del miércoles no habrá garrafas a precio subsidiado y que la carga de 10 kilos retirada de planta pasará de costar 16 a 97 pesos. Previsiblemente muchos salieron a buscar garrafas para anticiparse al aumento, desde muy temprano se vieron largas filas frente a las distribuidoras, que rápidamente se declararon desabastecidas. En las despensas los precios se dispararon, donde hasta el viernes valían de 30 a 45 pesos, comenzaron a venderse entre 80 y 170 pesos.
Un cambio en la política de subsidios de la Nación perjudicará en modo directo a la mayor parte de la población del NEA y sus efectos comenzaron a sentirse ayer, luego de que la presidenta anunciara novedad en cadena nacional. El programa Garrafa Para Todos, que permitía la venta de gas en garrafas de 10 kilos a precio subsidiado dejará de existir el miércoles y será reemplazado por otro denominado Hogar, que beneficiará solamente a los hogares que registren ingresos inferiores a los 9.450 pesos, lo equivalente a dos salarios mínimos, y dejará afuera al resto de la población.
En el mismo anuncio, se comunicó que el precio de referencia para las garrafas de diez kilos es de 97 pesos, es decir que ese será el valor al que se comercializarán en planta desde el miércoles. Ante el anticipo de semejante aumento, de más del 500 por ciento, fueron muchos los usuarios que salieron a reabastecer sus garrafas, algunos incluso con sus envases a media carga, y rápidamente se agotaron los stocks de las distribuidoras o al menos eso argumentaban desde las empresas, mientras no pocos usuarios las acusaban de especular escondiendo garrafas.
En las despensas los precios se dispararon rápidamente, en los mismos lugares que hasta el viernes podían comprarse garrafas por valores que oscilaban entre los 30 y los 45 pesos, ayer se ofrecía el mismo producto por cifras que variaban entre los 80 y los 170 pesos.
El fin del Programa Garrafa Para Todos ampliará aún más las asimetrías regionales en los costos de la energía que castigan a las provincias del Norte del país, por añadidura las más pobres, en relación a las regiones más ricas del Centro y Sur que tienen acceso al gas natural por redes y a Ciudad de Buenos Aires, cuyos habitantes, del más rico al más pobre, además son beneficiados con subsidios al consumo de energía eléctrica.
En la capital del país la cantidad de gas natural equivalente a la carga de una garrafa de 10 kilos cuenta alrededor de 15 pesos, aunque esa cifra puede ser mucho menor en caso de que el usuario no exceda los límites más bajos de consumo.
Muchos pierden, nadie gana
El nuevo programa de subsidios al gas en garrafas anunciado por Cristina implica acotar a una franja de la población del NEA, un beneficio que hasta ahora es extensivo para todos los habitantes. De ese modo los hogares que ganen menos de dos salarios mínimos, cantidad que se extiende a tres en caso de que un integrante del grupo sea discapacitado, mantendrán un subsidio equivalente al que ya recibían y todos los demás habitantes de esa región históricamente castigada por la ausencia del gas por redes, deberán pagar 500 por ciento más por el gas.
Es por ello que cada hogar tipo de las zonas Centro y Norte recibirá la suma de 1.232 pesos anuales, y los residentes de la Patagonia 1.540 pesos anuales, y se estima que en total estarán subsidiadas unas 39,5 millones de garrafas por año a un precio máximo de 20 pesos.
Para los dos millones de usuarios que no cuentan con gas por red y que no califican para ingresar dentro del Programa Hogar, “el precio de la garrafa va a ser el de mercado porque el Gobierno entiende que tienen ingresos suficiente para afrontar los costos del GLP, que sigue debajo de la paridad de exportación, es decir lo que se consigue en el mercado internacional”, aseveró durante la presentación la secretaria de Energía, Mariana Matranga.
El mismo criterio no vale para zonas más ricas como la Cuidad de Buenos Aires, donde todos los subsidios, tanto los que están orientados al consumo de energía, cuanto los que benefician al transporte, se extienden a la totalidad de la población.
FUENTE: ( http://misionesonline.net/)
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