El director de la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) Matías Italiano dijo hoy que resulta "vergonzoso" que la población bahiense deba recurrir a medios alternativos para conseguir agua potable, mientras que Bromatología municipal detectó que el líquido de perforación suele presentar elementos nocivos.
Italiano intimó hoy mediante carta documento al Organismo Contralor del Agua de Buenos Aires (OCABA) para que de inmediato intervenga frente a la empresa ABSA por las deficiencias registradas últimamente en el servicio.
Además, "teniendo en cuenta la mala prestación y en resguardo de los intereses de los bahienses", la OMIC pidió que exijan a ABSA una "considerable bonificación" en próximas facturas y "hasta que se provea agua sin olor ni sabor".
"Pensar que en pleno siglo XXI los vecinos tengan que abastecerse por otros medios de agua potable resulta totalmente vergonzoso", sostuvo Italiano.
Según el titular de la OMIC es "notoria" la mala calidad del servicio de ABSA: "agua que no se puede tomar por su olor y sabor desagradable, desborde de líquido cloacal en la vía pública, pérdidas, precarios parches en calles luego de hacer trabajos y facturas con montos muy elevados... Es una falta de respeto a los bahienses".
El organismo municipal, que depende del Concejo Deliberante, inició una demanda judicial contra ABSA pero la justicia determinó que la OMIC carece de legitimación activa para representar los intereses de toda la comunidad local. Esta decisión fue recurrida.
De perforación, no. Y ojo con los surgentes
La jefa de Bromatología de la Municipalidad, Liliana Cometta, dijo hoy que la mayoría del agua de perforación analizada en Bahía no es potable porque tiene un elevado contenido de flúor y arsénico, elementos nocivos para la salud.
"No se puede consumir. El flúor se deposita en dientes y huesos. Y el arsénico puede producir hidroarsenicismo crónico regional endémico", una enfermedad que puede culminar en cáncer.
Cometta recomendó realizar los análisis químicos y microbiológicos de las perforaciones.
También dijo que el agua de 3 de los 10 surgentes que hay en Bahía puede causar inconvenientes a personas con hipertensión, por el elevado nivel de sodio.
Los que tienen buena calidad de agua son los surgentes del Parque de Mayo, de 9 de Julio entre Enrique Julio y 17 de Mayo, de Don Bosco al 3.200, de la Lanera Cerri, de avenida Buenos Aires y el canal Maldonado, de la estación Spurr y del Seminario.
El de República Siria y De Angelis está al límite de lo que establece el código alimentario y los de Los Chañares y Primera Junta, en General Cerri superan lo permitido.
Además, sugirió usar bidones limpios, guardar el agua en la heladera o ponerle 2 gotas de lavandina por litro. Sólo se pueden conservar durante 5 días.
Fuente: lanueva.com)
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