“Décadas después de creer comprender mis límites y de creer entender hasta dónde llega mi angustia por agotar convenciones, supe que el camino es más simple: ser artista no es un objetivo, no es un estado que se conquista y se retiene”.
“Aprendí que el Arte es una acción de calidad que se ejerce desprevenidamente y que se practica, incluso, incoherentemente, involuntariamente”.
Para Lavallén llegar al Arte es el resultado de un largo oficio, es la escurridiza renta del trabajo cotidiano, mientras considera inútil perseguir la idea previamente armada de “ser artista”, pues afirma que “más que una puerta feliz será ajustarse en un traje prestado”.
El camino de la retrospectiva, es reencontrar-se en obras pasadas, conecta al autor con otros tiempos, con el reflejo de uno mismo a través de los años, como cuando se encuentran viejas cartas de amor, hay un pinchazo y un viaje instantáneo a esos momentos, a veces de angustia, otras de inquietud por resolver un escorzo, un perfil, una línea.
Fuente: (http://www.telam.com.ar)
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