Washington, 8 jun (PL) Directivos de Google y Facebook rechazaron que sus empresas permitan al gobierno estadounidense realizar labores de espionaje a través de sus servidores en internet, señalan hoy medios de prensa.
El cofundador de Google, Larry Page, negó en su blog la participación en programa alguno que permita a agencias estadounidenses o de otro país el acceso a los servidores, en respuesta a acusaciones en ese sentido aparecidas en los últimos días en diferentes medios.
Asimismo, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, puntualizó que su red social está solidamente protegida de todo intento de acceso directo a los datos de sus usuarios.
Las declaraciones de esos funcionarios siguen a informes aparecidos esta semana en los diarios The Washington Post y el británico The Guardian que dan cuentan de un sistema llamado PRISM, a través del cual la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) estadounidense tiene acceso directo a datos de usuarios en grandes consorcios de Internet.
Otras firmas citadas por esos medios incluyen a Apple, Microsoft y Yahoo, lo que amenaza con convertirse en un nuevo escándalo para la Casa Blanca, pues pone en la picota la Ley Patriota, una normativa restrictiva de los derechos de las personas en Estados Unidos y cuyo alcance aun hoy no está claro para los estadounidenses.
Al respecto de este asunto, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, denunció desde Londres lo que calificó de colapso catastrófico del derecho en Estados Unidos, por las actividades de espionaje de las comunicaciones telefónicas y internet reveladas.
La víspera, el presidente Barack Obama defendió la legalidad de estos programas, con el argumento de que sirven a la presunta lucha contra el terrorismo.
Al respecto, un artículo que publica hoy el diario The New York Times amplia las dudas sobre este caso al asegurar que muchas empresas cooperan de cierta forma con los programas de vigilancia secreta del gobierno, incluso accedieron a desarrollar medios técnicos más eficientes y compartir de forma segura los datos personales de los usuarios extranjeros.
Según el rotativo esas prácticas ilustran lo intrincado del camino utilizado por el gobierno y las empresas de tecnología para trabajar juntos y la profundidad de sus operaciones detrás del telón.
Como parte de las negociaciones para ajustar estos planes de control en los últimos meses, Martin E. Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto, viajó a Silicon Valley para reunirse con los ejecutivos, incluyendo los de Facebook, Microsoft, Google e Intel.
Según dijo una fuente citada por el rotativo neoyorquino, aunque el objetivo oficial de esas reuniones era discutir el futuro de la Internet, las conversaciones también se refirieron a cómo las empresas deberían colaborar con el gobierno en sus esfuerzos de recolectar información de inteligencia.
Pese a la negativa de muchas de las empresas de Internet involucradas, el presidente ejecutivo de Google, Larry Page, y su director legal, David Drummond, admitieron que solo proporcionan los datos de usuario a los gobiernos únicamente de conformidad con la ley.
El cofundador de Google, Larry Page, negó en su blog la participación en programa alguno que permita a agencias estadounidenses o de otro país el acceso a los servidores, en respuesta a acusaciones en ese sentido aparecidas en los últimos días en diferentes medios.
Asimismo, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, puntualizó que su red social está solidamente protegida de todo intento de acceso directo a los datos de sus usuarios.
Las declaraciones de esos funcionarios siguen a informes aparecidos esta semana en los diarios The Washington Post y el británico The Guardian que dan cuentan de un sistema llamado PRISM, a través del cual la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) estadounidense tiene acceso directo a datos de usuarios en grandes consorcios de Internet.
Otras firmas citadas por esos medios incluyen a Apple, Microsoft y Yahoo, lo que amenaza con convertirse en un nuevo escándalo para la Casa Blanca, pues pone en la picota la Ley Patriota, una normativa restrictiva de los derechos de las personas en Estados Unidos y cuyo alcance aun hoy no está claro para los estadounidenses.
Al respecto de este asunto, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, denunció desde Londres lo que calificó de colapso catastrófico del derecho en Estados Unidos, por las actividades de espionaje de las comunicaciones telefónicas y internet reveladas.
La víspera, el presidente Barack Obama defendió la legalidad de estos programas, con el argumento de que sirven a la presunta lucha contra el terrorismo.
Al respecto, un artículo que publica hoy el diario The New York Times amplia las dudas sobre este caso al asegurar que muchas empresas cooperan de cierta forma con los programas de vigilancia secreta del gobierno, incluso accedieron a desarrollar medios técnicos más eficientes y compartir de forma segura los datos personales de los usuarios extranjeros.
Según el rotativo esas prácticas ilustran lo intrincado del camino utilizado por el gobierno y las empresas de tecnología para trabajar juntos y la profundidad de sus operaciones detrás del telón.
Como parte de las negociaciones para ajustar estos planes de control en los últimos meses, Martin E. Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto, viajó a Silicon Valley para reunirse con los ejecutivos, incluyendo los de Facebook, Microsoft, Google e Intel.
Según dijo una fuente citada por el rotativo neoyorquino, aunque el objetivo oficial de esas reuniones era discutir el futuro de la Internet, las conversaciones también se refirieron a cómo las empresas deberían colaborar con el gobierno en sus esfuerzos de recolectar información de inteligencia.
Pese a la negativa de muchas de las empresas de Internet involucradas, el presidente ejecutivo de Google, Larry Page, y su director legal, David Drummond, admitieron que solo proporcionan los datos de usuario a los gobiernos únicamente de conformidad con la ley.
Fuente: (http://www.prensa-latina.cu)
No hay comentarios:
Publicar un comentario