"Me habían dicho que el pago no era inmediato y estuve de acuerdo, pero llegó un momento en que no conté con más efectivo para cargar combustible y no pude seguir adelante con la tarea".
De esta manera se manifestó ayer Olga Pérez, una de las prestadoras del servicio de combis del distrito de Bahía Blanca que, en las últimas horas y por falta de recursos, se vio obligada a no renovar el contrato directo que había firmado con el Consejo Escolar para llevar y traer a los chicos a escuelas rurales.
"Había aceptado más allá de las calles, que están en estado deplorable, y de la demora en los cobros, pero llegó un momento en que no aguanté más. No es que estoy en desacuerdo con lo que paga la Provincia por kilómetro recorrido, sino que soy yo la que no tiene efectivo para cargar gasoil a las unidades", reflexionó.
Pérez posee cuatro vehículos que ya dejaron de prestar servicio. Alrededor de 30 chicos, la mayoría del paraje La Hormiga, quedaron sin transporte escolar.
Su alejamiento también perjudicó a alumnos de Alférez San Martín, Villa Espora, La Vitícola y Camino Sesquicentenario, entre otros.
"Quedé muy conforme con la gente, con las familias y las maestras, pero insisto en que para mí resultó muy difícil de sobrellevar. No tengo dinero en efectivo para pagar el combustible, pedí que lo hiciera el Consejo Escolar y no lo logré. Tuve que alejarme", insistió.
"Aguantar a que llegue el cobro es muy difícil, son cuatro o cinco meses que uno debe trabajar sin percibir un peso. No tengo tarjeta de crédito, sólo me manejo con dinero en efectivo", amplió.
Olga y sus empleados recorrían diariamente un total de 673 kilómetros: la mitad, de tierra.
"Los arreglos en los vehículos deben ser permanentes porque los caminos, si bien en algunos casos se habían arreglado, se encuentran en un muy mal estado. Las cubiertas y las carrocerías no dan abasto", dijo.
Ayer la propia titular del Consejo Escolar, Liliana Aglietti, reconoció que para los transportistas resulta complicado "aguantar" la cadena de pago y admitió que ya se están manteniendo conversaciones con otras empresas para llevar a cabo los recorridos.
Por su parte, Héctor Trujillo, papá de tres alumnos en edad escolar que concurren al establecimiento de La Hormiga, mostró preocupación y malestar.
"Estamos nuevamente en una amarga espera. En nuestra zona son 12 chicos los afectados, pero hay más de otros sectores. Todo pasa por lo mismo, el recorte y la falta de fondos", criticó.
"Nadie va a trabajar gratis ni para perder dinero. Entiendo la decisión que debió tomar Olga. Estábamos muy conformes con ella", la defendió.
"¿Qué sentimos? Una gran impotencia. Otra vez a luchar, a recurrir a los medios de comunicación y a visitar con frecuencia el Consejo Escolar para reclamar el servicio", dijo.
Garantías. De acuerdo con lo señalado por el consejero escolar Roberto Jarque (Integración Ciudadana), la presidenta del CE confirmó el trascendido del alejamiento de Pérez durante la sesión del lunes último.
"Durante todo el mes de mayo no fueron trasladados 98 alumnos y hoy son 30 niños los afectados por la renuncia de este prestador", expresó.
Tal como "La Nueva Provincia" ha venido informando, el problema para garantizar el traslado de los alumnos rurales comenzó en el mes de febrero, cuando la Gobernación decidió no actualizar los valores y propuso que el servicio se realice con el mismo precio que en 2012 (3,38 pesos por kilómetro recorrido, cuando los transportistas piden el doble para equilibrarlo con el costo de un litro de gasoil).
"Entre quedar bien con los funcionarios provinciales o trasladar a los alumnos, el oficialismo optó por lo primero. Tampoco fuimos escuchados cuando, frente a la emergencia, debíamos pedir ayuda a las autoridades municipales", afirmó, para enfatizar: "En definitiva, son niños bahienses que no llegan a sus escuelas".
Fuente: (lanueva:com)
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