"Sigo pagando boletas y comprando agua para el dispenser y mirá esto: es un asco", dijo ayer Alicia Sepolina, al mostrar cómo salió en las últimas horas el líquido de la red de su casa, ubicada en Holdich al 2100 del Barrio Noroeste. Es que durante todo el martes el agua que pasó por la zona iba cargada de una especie de musgo que decanta cuando el agua se estanca.
Fuente: (lanueva:com)
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